16ª Ruta : Viaje a la Alcarria Romana
Además de los nombres oficiales que llevábamos planificados, empecé a oír y leer nombres de lugares que me transportaban a la infancia y a la adolescencia: Huete, Tarancón,… Para mi sorpresa nos estábamos adentrando en lugares cercanos a mis raíces, aunque yo diría que “contiguos”, más que cercanos, jajaja. Más tarde os haré partícipes de hasta qué punto rozábamos a mis ancestros,…
Pero vamos a ir por orden. La jornada comenzaba temprano, con alegría y con mariposas en la tripa por la nueva aventura que nos aguardaba. El itinerario nos llevaría a 5 lugares destacados en la jornada, a saber: Recópolis, Castillo de Zorita, un parque fluvial, unas cuevas y una cava . Y en las recomendaciones nos ponían opcional el llevar bañador y toalla si se deseaba. Yo empecé a frotarme las manos…
Siempre argumento y aconsejo hacer este tipo de escapadas “mágicas” en grupo, con un guía experto y una organización que promueva grupos “distintos”, especiales, conscientes, sensitivos, buena gente. Unos atraen a los otros por resonancia, suben el voltaje y la frecuencia, y el ambiente se torna instructivo, divertido y de tintes fraternales y colaborativos. ¡Como debería ser un ambiente de trabajo, por ejemplo! En la mochila no debía olvidarme del péndulo ni del biómetro, pues un objetivo claro para mí son las prácticas para transmedir a la Madre Gaia y podéroslas compartir. Soy aprendiz de geomante. Otros compañeros también llevaban péndulo o biotensor.
Zorita de los Canes
Recópolis
El Castillo de Zorita
El Parque Fluvial del Tajo
Cuevas de Sanabrio
Cava de Garcinarro
1ª parada: Zorita de los Canes.
Vislumbramos desde la carretera un río de aguas claras, y era el Tajo a su paso por la desmantelada y célebre Central Nuclear José Cabrera, padre-madre de la incipiente bomba atómica española en otros tiempos. Estábamos llegando a destino, donde nos explicarían las particularidades de un abanico de órdenes religiosas, y especialmente en esta zona, de la Orden de Calatrava.
Nos desplazamos a Recópolis, donde estaban trabajando arqueólogos, por lo que los viajeros no estábamos autorizados en ciertas zonas curiosas; aún así, pudimos ver el complejo desde muy cerquita y, en mi caso, poder medir la energía a un buen lugar que eligieron los antiguos y donde alzaron la Ermita de Nuestra Señora de la Oliva,. Los 21.000 U.B. fue la medición: no estaba nada mal para ir abriendo boca…
El Castillo de Zorita tiene su aquel. Era el paso a Toledo y un punto estratégico de defensa. Subimos, vimos y resentimos la arenisca y el granito, y no conseguí medida de la calidad biótica del lugar, pues mi péndulo se puso rebelde a girar en sentido dextrógiro. Abandonando los efluvios y la impronta de Mohammed I, nos fuimos a disfrutar de un parque fluvial vecino, donde nos esperaban las aguas frescas del Tajo y un precioso entorno limpio y tranquilo. Algunos decidieron que muuuuy frescas.
En el Parque Fluvial del Tajo no me pude resistir: me empezó el azogue y la necesidad de meterme en el agua, de grabar mis informaciones en el curso del río para que llegasen viajeras a Aranjuez y finalmente al mar, y también por el disfrute puro y duro de unas aguas límpidas, refrescantes, pobladas de pececillos huidizos, que como sabéis es el mayor garante de no-contaminación.
Se acercaba la hora de comer rico y nos marchamos de allí rumbo a otra zona, pasando primero por el restaurante. Y nos chupamos los dedos: el cocinero sólo tiene 26 años, pero es una promesa en el mundo gastronómico. ¡Le deseamos mucha suerte y esperamos volver!.
Cuevas de Sanabrio. El grupo tenía hora de visita: íbamos a entrar en unas cuevas, unas galerías romanas de extracción de LAPIS SPECULAE, un mineral que para nosotros los sensitivos y amantes de la gemoterapia tiene mucho valor. Posiblemente le conozcas, …¿ Has oído hablar de la SELENITA? Pues allí estábamos, en las entrañas de la Madre Gaia admirando y tocando su tesoro.
El guía, formado, simpático y “salao” tenía para algunos de nosotros un plus añadido: era nieto de ZAHORÍ. Y un geomante es un zahorí. Mi instructor Epifanio Alcañiz, en su libro ” RADIESTESIA, la percepción olvidada” nos retrata. Todos antes estábamos conectados a la Madre…es hora de no perder nuestras percepciones, de recuperarlas, pues las traemos de serie en nuestro ADN.
Al comenzar la visita nos preguntó algo respecto a si conocíamos la zona, y orgullosa le dije que yo provenía de un pueblo cercano, MONTALBO. y entonces se giró reactivo hacia mí, y me dejó con la boca abierta cuando dijo: “¿Eres de Montalbo ? ¿Sabes lo que significa, verdad ? Montaña blanca. Lapis. Según Plinio el Viejo, el lapis specularis de Hispania se localizaba en una extensión de cien mil pasos romanos (147 km) alrededor de la ciudad de Segóbriga ( es Saelices, el pueblo junto a Montalbo) y este tipo de yeso selenítico , el tamaño de sus planchas y la transparencia de sus cristales fue muy valorado y se exportó a TODO el Mundo Romano como un producto de lujo, un gran negocio, y se empleó especialmente en las ventanas ( pues no se conocía el vidrio, sólo el alabastro traslúcido) por sus dos características únicas: era un material TRANSPARENTE y AISLANTE. Fueron las minas de este tipo más importantes del Imperio.
Para mí es un regalo que mis ancestros hayan tocado selenita, pisado selenita, dormido sobre selenita y posiblemente en origen fueran de la población local minera que extrajera esta maravilla, en contacto con ella, aunque las condiciones de trabajo, alumbrándose con candiles de aceite, polvo y otras durezas no fuesen las más envidiables. En alguna mina todo el LAPIS ha desaparecido y quedan claras las marcas de su extracción en el yeso masivo.
Las extracciones en las minas se abandonaron a lo largo del siglo II (d.c) y los minados romanos se mantienen prácticamente intactos para nuestra visita actualmente.
Cava de Garcinarro. El día había sido muy enriquecedor, pero nos aguardaba el último sitio, el que además de ver había que RESENTIR. Son los que más me gustan. Los sensitivos buceamos en sus capas de historia, en sus líneas de tiempo y cotejamos lo que vemos, olemos, sentimos,…Y cuando coinciden, es una alegría. Vamos desmadejando el ovillo y comprendiendo la historia perdida y no contada del lugar.
El recorrido no era llano al principio, un poquito exigente en la subida, pero algún compañero que superaba los 70 años disfrutó allí como el que más.
A veces no estamos de acuerdo con lo que ponen los carteles oficiales, con la catalogación, con las explicaciones…LEEMOS OTRA HISTORIA, la que a veces es incómoda, la que no encaja en lo establecido cuando se hacen dataciones del carbono -14,…etc. Y contrastamos lo que nos llega como percepción.
Nosotros subimos los últimos y el cuerpo del grupo nos estaba esperando. Pero yo enfilé mi vista instintivamente a un corredor de piedra ancho y demoledor que me quedaba a la derecha y de mi boca salió un UFFFF profundo. Ese lugar…prometía ser POTENTE. Nos unimos al grupo que trataba de entender y conjeturar qué podían ser todas aquellas piezas que se multiplicaban en el suelo en la parte alta y yo ya casi no las ví,…solté la mochila aleatoria y rápidamente sobre el granito y mi cuerpo me pidió UNA BAJADA A TIERRA, cerrándoseme los ojos. Ya no podía. Mi cara mirando hacia el cielo, quedé expuesta en el suelo, como muerta, pero mi espalda, mi columna, estaba pegada a tierra, ” leyendo”. Estoy valorando la posibilidad que lea mi columna vertebral, o mi occipital en la cabeza, o las dos cosas. Ya me ha pasado con mayor intensidad en los tres últimos viajes. Y ahora caigo en la cuenta, que me ha pasado varias veces más: en la Cueva de la Luna, en Medinacelli, en Roncesvalles, y en San Frutos con la espalda …y en Ucero pegué el tercer ojo al muro del coro. Y en Villalcázar de Sirga pegué las manos en las puertas cerradas y veía el interior. ¡¡¡ Descubrimos cada día nuestras cualidades innatas !!!
Unos compañeros estaban practicando DERMÓPTICA, término y práctica que yo no había oído nunca, pero que conecta con la psicometría, término y práctica que sí conocía. Ahora sé que la Dermóptica es una percepción extrasensorial que te permite VER A TRAVÉS DE LA PIEL. Captamos las vibraciones, el color, las impresiones, los sentimientos, las escenas que han quedado grabadas en un material, en un objeto, en un lugar no sólo con las manos…Los ojos de la conciencia están en todo tu ser. El FBI, SCOTLAND YARD, LA KGB,.. utilizan a personas que dominan esta práctica. He buscado al respecto, y me impresionó mucho ver a un grupo de practicantes en el Muro de Pusharo-Paititi en Perú.
Es curioso que las tres personas que aquel día “sentimos con la piel” en ese pasillo nos situamos a escasos metros, en el mismo sitio, siendo la zona bastante grande como veis. Me solté el pelo. Yo le he bautizado como el pasillo de los gigantes, pues en mi percepción vi algunos detalles, escenas, sonidos, protagonistas, vestimenta, movimientos, actitudes, época…y os adelanto que allí, a ambos lados del pasillo se situaban sólo HOMBRES, y muy grandes, fornidos. Ambiente castrense, guerrero. Hay una energía masculina muy marcada, muy rotunda. Me dio alegría escuchar cómo otra compañera experta en la práctica reproducía el sonido que yo oía , detalles de la vestimenta y datación histórica muy precisa …¡ Nos miramos a los ojos y asentimos las dos. Es una sensación única!.
Luego quise medir la calidad biótica del lugar, y como era de esperar, me llegaba no-espacio/no tiempo, no pude conseguir medida. En mi ignorancia, yo siento que es como un acceso, como un portal…a no sé qué otra parte.
Seguimos la aventura por recovecos y por atajos: nos quedaban las últimas estancias del complejo. Muy curiosas también las percepciones,…y dónde captábamos la energía femenina. En la última estancia, y como excepción , yo tuve un comportamiento extraño: dije que a esa estancia NO PASABA. Y no pasé, aunque no te sabría decir el porqué. Luego supe que varios compañeros hicieron algo parecido a mí.
El instinto es el instinto, y ahí tiene mucho protagonismo nuestra amígdala, órgano ancestral que nos avisa del peligro invisible que nuestros ojos no ven. Si hay una tigresa tras de tí, tu amígdala te avisa. Somos un organismo bastante perfecto.
Contentos y llenos de vivencia volvíamos al autobús que nos esperaba…todavía teníamos que ver lo que para nosotros es claramente un tallado celta, una construcción similar a otras que hemos visitado, pero cuyo cartel oficial rezaba de otra manera. Lo que os comentaba al principio de las distintas interpretaciones de los restos históricos.
Por último enseñaros lo que había cubriendo totalmente el gran hormiguero junto a las escaleras del autobús y que nos desconcertó: se podría pensar que son restos de vidrios de botellas rotas, pero el paraje está despoblado, no hay viviendas, bares, contenedores de vidrio, no hay nada. Sólo naturaleza. La selenita es transparente y justificaría los trocitos claros. Pero…qué son los distintos tipos de verdes? son vidrio, son una selenita alterada,…son olivina, aunque improbable? Desconcertante el hallazgo, nos quedamos con la duda, a no ser que tú lo sepas y nos lo puedas aclarar, cosa que agradeceríamos¡¡¡¡