13ª RUTA: LOS RIOS DE SEGOVIA Y SUS PODEROSOS ENCLAVES
PARTE I
Vía Zamarramala llegábamos al asentamiento neanderthal, celtíbero, visigodo y romano de Segovia. Calizas y areniscas crean en la confluencia del río Eresma con el Clamores, al pie norte de la Sierra de Guadarrama, la propicia cantera in situ para las construcciones emblemáticas que se alzan en esta localización. Ubicaciones especiales en las confluencias de aguas subterráneas y ríos, sitios catalogados como mágicos, sagrados, telúricos o lugares de poder no es nada nuevo; uno de los ejemplos que me viene automáticamente a la mente es la Ermita de Orante, que visité en Jaca. La combinación de vertientes de agua y ciertos materiales con cuarzo, como el granito o la arenisca, permiten unos fenómenos telúricos especiales, que hacen que la Madre Gaia se exprese en su plenitud.
Segovia capital se asienta sobre una roca. En el lugar que hoy ocupa el Alcázar existía un castro celta que se ha documentado y muy cerca de él, se han encontrado numerosos cinturones de época visigoda que son expuestos en uno de los museos de la ciudad. El LUGAR siempre es el que marca que distintos asentamientos y culturas se vayan solapando unas sobre otras imponiendo sus sitios de culto y fervor.
Sábado 11 de diciembre de 2021. La Iglesia románica de la Vera Cruz o del Santo Sepulcro.
Se estima que se tomó como ejemplo para su construcción la Mezquita de la Roca, supuesto Templo de Salomón en Tierra Santa, y la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Bajando la cuesta de Zamarramala se me sobrecogió el cuerpo…”Ay, esa ermita, qué preciosidad “,… ésa es la expresión que salió de mi boca. Y justo era la que veníamos a visitar, el autocar ya estaba haciendo su maniobra en el parking. Comenzaban mariposillas en el estómago, como cuando te enamoras.
A tener en cuenta en el exterior teníamos la cruz, la necrópolis, el simbolismo , la forma geométrica del edificio y los elementos que se han anexado con posterioridad.
Cada vez me reafirmo más que he debido pertenecer al Temple en vida anterior. Me han ocurrido certezas en la Cueva de la Luna en Titulcia, en Santes Creus en Tarragona y ahora en la Veracruz de Segovia. Cuando pasamos a la ermita, seguimos las instrucciones dadas y como parte del grupo me integré con él. ENTRÁBAMOS A SAGRADO y puse mi mano en el pecho. Pero a pesar de haber entrado con el respeto debido y pidiendo permiso al lugar y sus guardianes, algo no estaba haciendo bien. Entramos todos y bajamos a la derecha, pero mi ser me marcaba otra dinámica: debiera haber entrado hacia la izquierda, recorrer circularmente el espacio y luego,…ya veríamos. Todavía ahora, escribiendo estas palabras, siento que algo tengo que enmendar, que no actué con respecto a la regla,…esa regla QUE NO RECUERDO.
Los primeros pasos nos llevaron a visitar en el interior de la ermita una estancia iniciática a la que había que bajar por unos escalones. Dos de mis compañeras se sintieron mal, muy mareadas, y tuvieron que salirse. Altamente sensitivas, se acababan de sumergir en una trama de vibración altísima. Sentíamos las entrañas. Los humanos somos piezas bioresonantes y si estamos conectados a la madre Gaia como cuando éramos primitivos, tenemos desarrollados los sentidos sutiles, además de los físicos. Todos tenemos la posibilidad de desarrollarlos, aunque a algunos les resulte muy fácil. Yo ya comenzaba a resentirme, los ojos se me cerraban en código binario, las piernas empiezan a flaquear. Difícilmente podía ver las importantísimas marcas y símbolos de los maestros constructores, que gracias a las fotografías puedo mostraros y leer con atención.
La segunda estancia que visitamos y donde nos adentramos en penumbra era un templete o edículo que tenía marcado el cruce en el suelo y orientaba en línea recta al altar. En la vertical del cruce se levantaba otro piso, con otro altar centrado en la misma vertical. ¿ Sería un altar realmente ? Ninguno de los elementos son casuales, por el contrario, todo está estudiado y diseñado milimétricamente. Al fondo puedes ver en el altar la cruz de malta, frecuentemente confundida con la cruz paté o patada y con la cruz templaria. Parece ser que todas derivan de cruz griega, que a su vez deriva de cruz celta. Si la variación es griega, los brazos son iguales. Si la variación es latina, su brazo central es más largo. Pero en resumen, siento que Todas estas variaciones de cruz, vendrían a formar parte de un mismo esquema: en significado pagano, la unión de lo divino y lo terrenal, lo masculino y lo femenino, los cuatro elementos.
Últimamente, en los viajes grupales me siento acompañada y guiada, como si me fueran designadas personas que son custodios del conocimiento y de los lugares visitados, personas que albergan saberes que vuelcan para servicio de la humanidad en el momento actual, pues la vibración planetaria es la idónea para que se revelen. Mi eterno agradecimiento a todas ellas por su generosidad en compartir y por su entusiasmo.
Llegó el momento de subir con el grupo a la estancia central y superior. Afortunadamente había bancos periféricos donde sentarse, quedando el “altar” en el medio de esta estancia octogonal. Ya no pude más. Con el octógono, todo se potencia y acelera. Y era un octógono en un dodecaedro. Geometría sagrada sobre geometría sagrada. Lo más. Sentada y circundada por ambas geometrías, cerré mis ojos y allí quedé expuesta al alto voltaje, escuchando el blu blu blu de mi grupo, algunos sentados, otros de pie, otros tocando el altar, otros atentos a las explicaciones de lo que teníamos sobre nuestras cabezas,…DESCONECTÉ.
SE ACABABA DE QUITAR MI ENCHUFE DE ESTE PLANO, yo ya estaba en otro, más sutil, más etérico, más silencioso, más antigravitatorio.
——————————————————– Flotaba—————————————————————
Cuando pude recuperarme, decidí salir de allí, y bajar al piso base. Observé los cuatro accesos de arcos apuntados, orientados con los puntos cardinales, N. S, E, O. Poco a poco me iba adaptando a la energía global del lugar, quería medir la calidad biótica del lugar. Esperé a que el grupo bajase y aprovechando que subieron niños, subí de nuevo y medí: límite en 33.000 UB, que es lo máximo en mi escala. Coincidiría entonces con mi compañero, que arrojaba 36.000 UB con su biotensor. Tomé fotografías de dos hornacinas que perduran en el tiempo, una con el icono de la patrona de la Orden de Malta, Nuestra Señora de Philermo y otra con el icono del patrón, San Juan Bautista.
En mi segunda bajada, me ocurrió algo al menos curioso. Yo tenía mi péndulo en la mano y sujeto por el cordón, pero una energía tiró de él hacia adentro, se arrancó de mi mano bruscamente, y mi piedraluna se quedó en el interior del octógono. Temí por él, mi péndulo podría estar partido, pero afortunadamente presenta fractura pero no parece muy grave. Sigue funcionando.
Estudiando las fotografías compartidas, veo el detalle de la cruz que compré en Santes Creus, único souvenir que me llamó en el viaje del Císter. Cuentan las crónicas que los templarios utilizaban en su jerarquía cruces específicas, y correspondía a los magis la que os muestro. La cruz esotérica correspondería a la Tau, y la cruz mágica, a la patriarcal, que es también conocida como la de Caravaca. Los templarios otorgaban especial importancia a la cruz de ocho puntas, denominada heráldicamente “Cruz de las Ocho Beatitudes” o “Bienaventuranzas”.
No estuve en condiciones de ver más, se me escapan muchos detalles, qué pena. Quería haber resentido y medido en el lugar de ubicación de la virgen blanca que hay en uno de los ábsides, la Virgen de la Paz, y que me recuerda a la moreneta de Montserrat y a la virgen negra de Queralt. También tenía intención de acercarme al retablo, pero mis ojos no captaban detalles, ni siquiera los de las banderas coloridas que penden a lo largo de la nave.
En cualquier caso, bien podemos designar a esta ermita como LUGAR DE PODER, tiene un vórtice en el octógono y otro en el cruceiro. Dos vórtices al menos y cercanos, aunque diría que hay más. Lo llamativo para mí es que en el altar no me daba medición, lo que yo llamo no espacio-no tiempo. Creo recordar que eso es lo que ocurría,…si no lo apunto, todo se me vuelve muy borroso al intentar recordar. Consultados mis compañeros para salir de dudas, lo corroboro: mi péndulo se quedaba clavado.
Se sabe que cualquier carga ( electrones e¯ ) en movimiento genera un campo electromagnético. Y en física, la frecuencia por el tiempo se cancela ( √×Τ ). Un herzio, o lo que es lo mismo, uno partido por segundo x segundo, se cancelaría. Todo se reduce a LA UNIDAD.
La fórmula Hz= s-¹x s¹=s-¹+¹ = sº = 1
Siento que ambas informaciones tienen que ver con este no espacio-no tiempo, y espero que algún día, alguien formado entre la espiritualidad y la ciencia me pueda explicar la clave que lo une. Pero volviendo al resonar y al corazón, las personas somos antenas electromagnéticas, sensibles a la vibración y a las ondas, desde el principio de los tiempos.
Lo importante es LA CONEXIÓN.
Y salí al exterior, encaminándome hacia la cruz. El cruceiro ya te está marcando y facilitando lo que los conocedores de energías habían localizado en la prehistoria: un vórtice energético que destacar. Con mi biómetro y mi péndulo de piedraluna le resiento: la medición alcanza los 19.500 UB. Ya tiene una fuerza considerable dentro de la escala.
Me gusta comentar siempre que yo me considero aprendiz de geomante, de la escuela de Wang Bath en Tíbet, puesta en este conocimiento por Ismael Caballero. Y también aprendiz de Radiestesia, de mi instructor Epifanio Alcañiz, de los pocos teleradiestesistas del mundo. Ellos me aportaron sus conocimientos y agradecida, disfruto de experimentarlos y vivenciar las vibraciones con ilusión y libertad.
Esta iglesia de la Vera Cruz está situada al norte de la ciudad, muy cerca del Alcázar, muy cerca del Convento de San Juan de la Cruz, cerca del Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, y cerca del monasterio de Santa María del Parral. Demasiados vórtices juntos, ¿verdad ? Con la fuerza de un imán sentía yo los muros de los Carmelitas descalzos y a la desesperada me acerqué al límite del tiempo, los últimos minutos antes de coger el autobús. Al aproximarme descubrí que coincidía con el Convento de San Juan de la Cruz, donde descansa en su sepulcro. Si la Vera Cruz es fuerte, San Juan no se queda atrás.
Toqué sus muros y me apoyé en sus minerales, sintiendo la arenisca que te recibe a la entrada. Los peldaños para mi sorpresa eran de granito, como si estuviera en El Escorial. Los cipreses que acordonan el lugar y su ubicación también formaban parte del conocimiento ancestral que atesoraban los maestros constructores, trasmitido y custodiado oral y herméticamente de padres a hijos o de maestros a discípulos. Los cipreses hacen que la energía FLUYA.
Me despedía del lugar, sintiendo que allí todavía hay mucha magia por descubrir. Pero en la jornada teníamos que visitar un castillo, disfrutar la gastronomía segoviana, pasear hasta una pequeña cueva y poner la guinda en un enclave indescriptible, siendo testigos de un atardecer “pintado de miel” que adjetivó una preciosa niña y donde quedé pegada en el suelo, abandonándome en caida libre.
AN SHUE YUE
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PARTE II
El Castillo de Turégano
De camino íbamos a visitar el perímetro de un castillo, que ahora se encuentra en obras de restauración. Fue muy agradable sentarnos en el césped junto al foso y recibir los rayos del sol. Me sentía muy bien, 8.000UB en zona y no captaba feas memorias como me ocurre en la mayoría de los castillos, donde intervienen flashes de ataques rivales, luchas, miedo, traiciones, ambición,…Como no era visitable en estos momentos, me traigo muy buena impresión del Castillo de Turégano, y de su pintoresco pueblo de tejas volteadas. Pero también soy consciente que me he perdido el poder resentir el interior y ver por carambola algún flash en relación con los Reyes Católicos, especialmente con Isabel, donde Turégano tuvo un papel relevante.
Nos esperaba un restaurante humilde donde chuparse los dedos junto a la leña prendida. Los nombres del pueblo y su habitantes son más que peculiares y os pondré tres ejemplos: Sebúlcor, Olegario´s y sus vacas enanas exóticas japonesas y la carnicería de Heraclio.
La Cueva de los 7 altares
Los judiones de la Granja agradecieron que los paseásemos por un bello entorno, paseo junto al río Duratón e hiciéramos un esfuerzo en subir a un eremitorio, curiosa cueva de los 7 altares con 7.500 UB. Pero el sol mandaba en diciembre y sus limitadas horas de luz, por lo que viramos rumbo a la Ermita de San Frutos; el custodio de la llave nos esperaba con su hijita para recibirnos y explicarnos sus rincones, su historia religiosa y sus leyendas. Fuimos privilegiados de poderla visitar por dentro, pocos lo consiguen.
La Ermita de San Frutos y la Hoces del río Duratón
Nos llevó tiempo y paciencia alcanzar el objetivo, pero bien os digo que valió la pena. El punto de partida lo tiene una fina cruz de hierro, como dos espadas cruzadas, que recibe al caminante con una leyenda: pedir un deseo y lanzar una sola piedra. Si aciertas, se cumplirá. Tuvimos a la primera persona del grupo que lo intentó con un acierto del 100%, con sonido metálico reverberante del golpe certero en el centro de la cruz al primer intento. Todo un éxito y una clara señal.
IMPRESIONANTE el lugar, BELLO el entorno, SOBRECOGEDOR el vuelo de los buitres leonados a ras de nuestras cabezas, MÁGICAS las hoces excavadas y serpenteantes del río Duratón y la propia ermita, ATEMPORAL y AISLADA, dibujada a contraluz en el atardecer que se ofrecía en el Oeste.
Este tramo del río se declaró PARQUE NATURAL en 1989, y sus profundas paredes de piedra caliza son el hogar natural de buitres leonados, alimoches, águilas reales y halcones peregrinos. Es una zona especial de protección para las aves, pues pueden llegar a verse más de 130 especies. Respiras auténtica naturaleza virgen por lo que, si eres consciente de su valor, TIENES que respetar el lugar, no dejar residuos, no hacer ruidos que alteren la fauna e integrarte como parte de la naturaleza que eres. Nuestro grupo intentó ser respetuoso y entrar en esa dinámica.
La ermita está en una isla entre meandros, es una peña, y en la distancia piensas que es imposible tener acceso. Pero los veteranos nos iban mostrando el camino y a la hora perfecta llegamos finalmente. Nos paramos en el puente que da el acceso y fuimos instruidos de muchos matices ancestrales, históricos, religiosos y legendarios que tener en cuenta. De nuevo se repetía: LO IMPORTANTE ES EL LUGAR, y por tanto, íbamos a ver distintas huellas históricas que han ido dejando los distintos moradores. EL LUGAR SACRO PERMANECÍA INALTERABLE, sólo era cuestión de ir leyendo sus páginas, sus vestigios y sus señales.
El grupo se acercó a la necrópolis que como otras ancestrales están orientadas en el este, pero yo fui succionada hasta la cruz que recibe al peregrino. Mi péndulo de piedra luna marcaba 19.500 UB, por tanto, ya teníamos localizado el primer vórtice. Agradezco siempre a nuestros predecesores que nos den tantas facilidades para su localización.
Eran pocos los monjes que siempre vivieron allí. La comunidad es la de Santo Domingo de Silos, por tanto, BENEDICTINOS. Persigo y experimento lugares especiales, mágicos, y luego confirmo que la mayoría y me atrevería a decir que la totalidad, pertenecen a la regla de San Benito. Os diría que Donde está San Benito, se da la MAGIA, EL CONOCIMIENTO ANCESTRAL, EL SIMBOLISMO, LA SABIDURÍA. Allí me puse a cargar mi péndulo de piedra luna, con el sol de poniente.
San Frutos fue un sanador y las fechas de referencia que se barajan de la orden en la ermita son de 1076 a 1.100 d.c., luego estamos hablando de siglo XI y siglos XII. En el pórtico de la ermita ya tuve que sentarme en el primer escalón, en el lateral, junto a lo que parece un pozo protegido por una reja, pero que nadie sabe muy bien qué es.
Las explicaciones de los expertos continuaban pero yo ya empezaba a sentirme rara, algo estaba ocurriendo. El custodio sacó la llave y todos fuimos invitados a entrar.
De las primeras en llegar, tuve ocasión de medir con disimulo la calidad biótica del lugar: NO ESPACIO- NO TIEMPO. Pero,…¿ cómo era eso posible ? En los altares están localizados vórtices. Incrédula volví a medir : NO ESPACIO- NO TIEMPO. Estaba contrariada, y no entendía. Entonces llegó todo el grupo con el custodio y su niña, y guardé discreta mi péndulo en el bolsillo. Quedé en primera línea frente a él y mientras atendía mirándole directamente a los ojos y a su explicación,…
… RECIBÍ UNA ORDEN.
Tenía que salir fuera.
Parecerá surrealista e irrespetuoso, pero lo hice. Abandoné todo y a todos y salí afuera, al pórtico. Y en donde se pondría el felpudo de entrada, hinqué rodilla y finalmente me tumbé boca arriba. Abandonándome. Era,…demasiado fuerte. Era,…necesario.
Me quedé allí sola, expuesta. Y NO SABÍA PORQUÉ.
Desplazada a otro lugar, el aire era otro, no había sonido, no había gravedad, era otro plano.
HABÍA CONECTADO AL LUGAR.
ACABABA DE METER EL ENCHUFE.
La sorpresa vino cuando vi mi foto y me vi tumbada. Mi pareja se percató por su larga experiencia conmigo que algo me ocurría. Y como agudo reportero inmortalizó el momento, que ahora os muestro. Fueron los últimos rayos de sol, moría el día y nacía la noche, una noche especial de luna en cuarto creciente, constelación de acuario y varios planetas alineados, entre ellos Neptuno, Saturno y Venus.
Puedes ir a la zona más poniente de la Peña, donde hay mayor eco, pero aunque mi mente quería ir, mi corazón dijo no, y me dí la vuelta. Me perdí el cementerio de los monjes y una zona antiquísima de sacrificios. El grupo rodeó el paraje y pudo disfrutar , ya en la oscuridad, de LA SERENIDAD DEL REFLEJO DE LA LUNA EN EL AGUA, justo el poético nombre chino que tengo. AN SHUE YUE.
La segunda sorpresa vino al día siguiente, en casa, el domingo 12 del 12 a las 12h de la mañana. Sentí el aviso. ALGO ESPECIAL iba a experimentar. Avisé a mis tres grupos de sensitivos, ATLANTES, AKÁSHICOS Y REIKIANOS. Mis ojos parpadeando en código binario, apenas llegaba a la cama. Me tumbé. Y a la hora prevista del día anunciado se ABRIÓ EL PORTAL. En un instante pasé de la cama al pórtico de San Frutos. Volvía a estar tumbada allí. Pero en esta ocasión, se abrió el suelo de piedra como si una trampilla se levantara y caí en horizontal en caída libre hacia el interior de la tierra. Metros y metros, alcancé kilómetros a los cinco minutos y mi cuerpo sentía las sacudidas en ciertas franjas de travesía. A su vez, el cuerpo se transformaba de base carbono a base silicio, me estaba volviendo cristalina. Y finalmente caí en zona algodonosa de manera suave, caí finalmente a una inmensa caverna alargada, donde más personas habían caído conmigo. Lo siguiente ya sí que no me creeríais, vamos a dejarlo hasta aquí.
Pasado un tiempo llegué DE VUELTA en caída libre desde otro lugar a mi cuerpo encamado y poco a poco pude recuperar el movimiento de mis manos y mis pies, y respirar con normalidad en esta realidad 3D.
Acababa de descubrir LOS PORTALES físicos, SENDEROS ANCESTRALES marcados por los hombres iniciados, ATAJOS DONDE EL ESPACIO Y EL TIEMPO RESPONDEN A OTRAS LEYES.
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