LA CUEVA DE LA LUNA DE TITULCIA
El Cardenal Cisneros mandó construir la Cueva de la Luna y una ermita. Se dice que el diseño de la Cueva de la Luna y sus galerías sigue los ciclos lunares. La Bóveda Central a la que accedes cuando bajas a 10 metros de profundidad por la escalera representa la luna llena. Tiene dos metros y medio de radio y todo está pintado en blanco. Hace unos años el blanco era deslumbrante.
Para mí fue una sorpresa que no fuese una cueva natural. Siempre lo pensé así y cuando vi este cuadro en el pasillo de acceso a su restaurante me percaté que estábamos en un enclave diseñado concienzudamente con un propósito mucho más sofisticado que un “simple” sitio de poder por emanaciones de energías telúricas naturales.
En sus techos y sus paredes hay grabadas cruces templarias. También había círculos del universo que lamentablemente se han destruido. Avanzando por la galería que nace de la bóveda te encuentras con cuatro arcos ojivales, representando la fase de luna menguante y llegas a la mitra frontal, que ya simboliza la fase de luna nueva. Y así sucesivamente se van representando los ciclos.
En la puerta del acceso a la cueva todas las mujeres dan tres golpes al entrar. Todos los templarios eran hombres, energía yang, por lo que reservaban este espacio para su lado yin. Ya sabemos que toda persona yang ( hombre ) tiene por principio su lado yin y al contrario, una persona yin ( mujer ) tiene innato también su lado yang. Eso quizá explica que sólo las mujeres lo hagan. Se pide permiso al guardián del lugar para entrar y también un deseo. Hay que volver con flores como ofrenda si éste se cumple.
El padre del dueño actual, Armando, ha defendido siempre que este enclave tiene unas dimensiones y unas proporciones matemáticas, geodésicas y cosmográficas fuera de lo común.
En sus pasillo de camino al restaurante encuentras toda una galería de cuadros donde puedes ver las representaciones que puntualmente se pueden encontrar a lo largo de la cueva, aunque ahora su visita esté limitada a una pequeña parte. Ciertas galerías están bloqueadas actualmente por derrumbes, pero conozco a personas que hace años las atravesaron portando velas para irse iluminando.
En la bóveda central se depositan flores y se ofrecen velas. En nuestra visita estimamos que habría de 11.000 a 12.000 unidades bobbies UB en esa cámara principal, que es una dimensión cuántica. Está atravesada por una vena de agua. Con unos 10 minutos de permanencia allí te recargas, pero permanecer más tiempo no es aconsejable. Estos lugares no son un juego. En ellos se mueven distintos tipos de energía. Si no te consideras suficientemente preparado, resérvate hasta que lo estés.
Hay personas que han tenido experiencias personales de lo más variopinto en este lugar histórico donde distintas culturas se han asentado desde tiempos inmemoriales. Te invito a leer lo que me sucedió a mí. Mi Experiencia TRANS.
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