Ángeles Lozano

Alcázar y los Molinos

Área Priv@da

Alcázar y los Molinos

 

” DÉJATE EXPERIMENTAR, hija” – Me llegó en sueños…

Un compañero me pidió ayuda. Unos amigos suyos llevaban una temporada bastante mal y se temían que pudiera haber algo en su casa  que les hacía perder fuerzas cuando llegaban a ella. Y notaban como si hubiera una presencia dentro.

Organizamos una salida los tres. Iríamos mi compañero, mi compañera medium y yo a intentar ayudarles. La visita la haríamos un día de fiesta que coincidimos todos en librar, incluidos los dueños del lugar a donde íbamos.

Confiamos en que haríamos equipo uniendo nuestras facultades y así poder aclarar qué estaba ocurriéndo a los miembros de esa familia. Mirándonos, vestidos de oscuro, me hacía recordar las películas y esos personajes misteriosos que las protagonizaban. Pero ir vestido de oscuro es uno de los protocolos imprescindibles en la situación que se suponía íbamos a involucrarnos.

Prácticamente llegando al pueblo se nos dispararon los sensores. Los tres somos ” sensibles” y el conductor tenía su radar del tercer ojo a pleno rendimiento: detectaba la zona. Yo, que iba de copiloto, me quedé de una pieza cuando mi brazo y concretamente mi mano derecha se pegó al cristal de la ventanilla. Los chakras de las manos me bullían. Y nuestra compañera medium, que ve perfectamente la parte invisible, nos comentaba alarmada la cantidad de almas que veía transitar a ambos lados de la carretera. Inmediatamente vi las siluetas a la derecha. “¡ Los cipreses ! exclamé. “¡No me digas que tus amigos viven cerca de este cementerio!”. Y efectivamente, abandonábamos la carretera general girando a la izquierda para tomar la calle de acceso a la vivienda, una serie de casas adosadas.

Nuestra medium se empezó a preocupar: ésto iba a ser más complicado de lo que parecía. Nos bajamos cuando el coche estuvo aparcado en la misma vecindad, y nos hizo salirnos del centro de la calle y pegarnos a la pared cercana. Venían en masa y no le gustaba nada su “color”. Pero lejos de asustarnos, nos unimos en círculo y nos “conectamos” a la luz. Confiábamos en esa inteligencia superior que nos hizo llegar al lugar protegidos. No estábamos solos.  Simplemente era cuestión de pulsar el ON de Conexión y no dar pensamiento a su contrario OFF. Espontáneamente surgió una pared de ladrillos blancos tres casas más arriba que nos escudaba a modo de cortafuegos, como si estuvieran conteniendo y bloqueando una corriente invisible que alimentara la calle. Nuestra intención de corazón era AYUDAR y con ese convencimiento nos dirigimos como equipo a la puerta de la familia.

Allí nos esperaba su amigo, tenso pero sonriente y con un ojo morado. Totalmente amoratado. Cuando le preguntamos qué le había pasado, nos dijo que en su trabajo algo le había golpeado. O se había golpeado con algo. No lo tenía muy claro.

En fín, pedimos permiso y los tres de oscuro cruzamos las cortinillas del umbral de la puerta. Yo pasé la primera. UHHH! nos asustamos mutuamente la dueña y yo. No me la esperaba tan cerca y a ella le pasó lo mismo. Además, yo tardé en reaccionar porque mis ojos entraron en fase REM, parpadeando unos instantes en el propio acto de cruzar. Cambiaba la energía, la frecuencia del lugar.

Ella estaba más tensa que él. Y no me extraña: dos mujeres de negro que aunque vienen con su amigo, ella no conoce de nada y que se recorrerán todos los rincones de tu casa,…no tiene que ser fácil, me pongo en su lugar. Pero al mismo tiempo nos estaban esperando como agua de mayo, depositando sus esperanzas en nosotros.

Desde la puerta de entrada, situada al ESTE, avanzando por un pequeño pasillo, todos entramos al salón. La sensación no era mala, quizá algo cargada, pero les consultamos si les parecía bien que empezara yo mi prospección con mi péndulo, para resentir el lugar. No tuvieron ningún problema. Ellos me seguían. El salón estaba bien, pero sentía “tirón” de salir hacia afuera, hacia el patio de la casa que se encontraba al oeste. Algo me hizo mirar a una trampilla que había levantada en un rincón, no me gustó, pero seguí con mi prospección. Cerca, donde había un tiesto con un geranio de hojas enormes, había un vórtice dextrógiro. El resto del patio me pareció normal. Pero no me percaté de una zona decisiva que nuestra compañera medium localizó: exactamente el umbral de salida al patio al OESTE. El escalón. Ahí ella perdía el equilibrio, había un cambio dimensional. También nos aclaró qué ocurría en  la trampilla que no me gustó. Había tránsito de energías densas por ese acceso. Era conveniente que al menos durante la noche estuviera cerrado. Nuestro compañero nos explicó que la casa está hueca por debajo, es un tipo de construcción que se hace en la zona. Tendré que preguntarle si es lo que en otros lugares llaman ” gloria “.

Cuando pasamos dentro les tranquilizamos, pues entendíamos que su casa NO era el problema. El problema estaba fuera, en la calle, por la cercanía del cementerio. Eso les alivió. Por el contrario, ellos son personas especiales, sensitivos, de gran corazón ambos, y ahí es donde estaba la clave. Su casa es un enclave de luz, un refugio, donde algunas almas vienen a refugiarse. Nuestra compañera medium contó dentro con nosotros en el salón, unas treinta y cinco. Les aconsejó poner por dentro de la puerta principal una mano grande de fátima que les haga de protección.

Y de repente, nuestra medium, se percata de un perro. Empieza a describir un perro mediano, joven, que adora a su dueña. La madre instintivamente asoció que sería el perro que su hijo viene pidiéndole comprar desde hace más de un año. Y en ese momento nos percatamos: un joven de 21 años se había personado en el salón. El hijo de este matrimonio, serio y triste. Luego en la casa no vivían dos, sino tres. Pero ésto no era del todo cierto…eran más de tres. Lo descubrimos al subir al piso de arriba.

LA COMITIVA EN SU TOTALIDAD nos trasladamos a la zona superior subiendo las escaleras. En cabeza iba yo con mi péndulo y sus giros hasta que me paré en seco en el metro cuadrado que distribuía los umbrales del baño principal , los dos dormitorios, y la sala de costura. Ahí pasaba algo. El péndulo se clavaba en seco y es como si NO HUBIERA ESPACIO-TIEMPO en ese ” ascensor cósmico”. Me mareaba y desestabilizaba cuando le cruzaba, especialmente cuando traspasaba el umbral del dormitorio principal, al ESTE. Me empezó a doler el pecho, una presión, una tristeza,…Cuando pasé al baño, la sensación empeoraba. Salí rápido, me encontraba mal. Los baños, donde siempre hay agua, suelen ser zonas de manifestaciones de entidades,..Sin embargo, pasar a la sala de costura fue un alivio. Estaba impregnada de una energía preciosa de la madre, era su sitio de trabajo. El péndulo giraba a máxima potencia, estaba alegre. La misma sensación tenían mis compañeros. Volví al metro cuadrado para intentar comprender, sentir, resonar,…y es entonces cuando oí la voz de mi compañera medium. “Geles, pasa aquí , por favor. Ven a donde estoy “, me reclamaba. Y yo obediente me iba acercando al fondo de la habitación, que pertenecía al joven. Allí, junto a la ventana, me quedé agarrada a una pieza musical enorme, un contrabajo cubierto con una funda azul de mi mismo tamaño, y entonces le sentí. La medium había localizado al abuelo A.T. Ella hablaba con él, mientras yo me sentía él abrazado al contrabajo que representaba a su nieto. Era una despedida, comprendí la presión en el pecho y la tristeza que sentí en la zona “ascensor”. Abuelo y nieto estaban unidos por la música, y aunque habían trascendido 12 años desde que el abuelo abandonó nuestro plano, seguía aferrado a esta unión. Pero esta etapa tocaba a su fin. Ninguno de los dos podía mantener ya esta comunión de planos. Cada uno tenía que liberarse y vivir su propia dimensión.

Las dos comenzamos a llorar,..yo no hablaba, sólo acariciaba y daba golpecitos cariñosos a mi nieto. Pero nuestra compañera medium nos embriagó con palabras preciosas nacidas de su corazón y pedía su permiso, permiso de su hijo, permiso de su nuera y como no, permiso de su nieto para abandonar nuestro plano. Además tenía un mensaje profundo que dar antes de su partida: “ABRE TU CORAZÓN. Haz aquello que sientas que tienes que hacer, que te sientas feliz aunque no lo tengas todo. Entonces sabrás que tu corazón se ha abierto”. TODOS ESTÁBAMOS LLORANDO, la cara de su nieto era crítica, pero debía hacerlo. Y todos dieron su permiso para la liberación. La tristeza se difuminó. El dolor de pecho desapareció. Y el comportamiento del péndulo en el metro cuadrado dejó de ser anómalo. Ese espacio se había “desbloqueado” definitivamente.

-EL TRABAJO DE LUZ ESTABA HECHO, y aliviados todos, abandonamos la casa. –

Sólo quedó dentro el nieto, tiene que trascender la herida de esa dura despedida. Pero aparecerá la pieza clave que vendrá en su ayuda: ese cachorro, ese perro mediano que nuestra compañera percibió a futuro y que hará las delicias de la familia.

Posteriormente nos desplazamos los cinco a un pueblo cercano de molinos manchegos donde prospectamos una zona anómala, de comportamiento confuso, pero donde nuestra compañera medium no percibía entidad. Por tanto, no le dedicamos más tiempo pues nos estaba esperando de vuelta al pueblo un trabajo de luz intenso. No teníamos ni idea de lo que íbamos a experimentar en el siguiente capitulo. Te invito a leerlo:

LA CASA DEL RETRATO

( ir a )

Mi agradecimiento a los compañer@s que en esta ocasión han participado.

(Todo el contenido del capítulo está previamente revisado y autoriz@do por las personas implicadas, y a ellas agradecemos compartir la información tan personal. )

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