Área Priv@da
– LA TIGRESA –
INICIACIÓN ATLANTE
La verdad es que me impresionó tanto que todavía me impacta el recordarlo…TENÍA GANAS DE CONTARLO.
Yo me creía preparada para poder ver de nuevo en mis cursos a los seres de luz que nos acompañan, ya sean Maestros Ascendidos, Seres Estelares, Ángeles,…pero no me imaginaba lo que aconteció.
Todos vosotr@s, que habéis hecho curso de Cristales conmigo, sabéis que previo a la Iniciación proyectamos los cristales, los focalizamos e integramos.
Estaba yo en esos pasos, intentando sentir al unísono con los alumnos del cristal Nasha´o la integración de éstos, cuando me llevé la sorpresa: ¿ era cierto que tenía al fondo de la sala una Tigresa Gigante ? No daba crédito…El animal paseaba de izquierda a derecha y viceversa en el fondo de la sala, donde estaban cómodamente en su proceso las atlantes. Pero en cuanto se percató de que la veía, el animal paró, me miró fijamente y se vino hacia mí. Era enorme. Caminaba segura, majestuosa, firme. Y yo era su objetivo. Tragué saliva, proyecté el siguiente cristal y apenas salieron de mi boca las palabras “focalizamos e integramos”. En ese impase de tiempo, junto a la columna de la sala donde yo estaba, la tigresa se incorporó y sobrepasándome en altura, puso su garra almohadillada en mi hombro. Era una jerarquía superior y automáticamente mi ser guardó respeto e inclinó la cabeza. Me aceptó. Y cuando levanté mi cabeza no humana sino felina, la poderosa tigresa correspondió con un gesto similar: en respuesta se inclinó en señal de respeto ante mi pantera negra, mucho más pequeña que ella, mucho menos potente.
Era un lenguaje telepático, se iba a quedar en el curso. Gozaba de autoridad, no sé cómo transmitirlo, no era algo que se iba a cuestionar. Así que quedó con el grupo atlante hasta que el ejercicio terminó. Y dispusimos todo para la iniciación.
Como no estábamos solas, la sala se llenó de luz de manera más evidente. Todos los seres de luz que nos acompañaban se evidenciaron. Y comencé una a una, silla a silla, el avance de la INICIACIÓN. Cada atlante recibía por su canal los cristales trabajados y yo empecé a sentir que la tigresa merodeaba detrás de mí.
Hasta que ya no merodeó. Se subió. Sentí que la tenía detrás, de pié, sacándome más de una cabeza. Sus garras firmes en mis hombros. Dios,…qué sensación. Se fundió y fui su herramienta, su canal, para conectar con la persona a quien estaba iniciando en ese momento. El voltaje era enorme.
Creo que esta persona era la última del grupo y una vez concluida esta fase, nos incorporamos y abrazamos recibiendo la enhorabuena como nuevas ATLANTES de la Comunid@d.
Y ENTONCES VINO LA PREGUNTA: ” ¿Tú también la has visto ? “ me preguntó acercándose a mí en privado. Me quedé estupefacta. “¿ tú también la has visto?” respondí también. Fue para mí un momento de sorpresa máxima. “ERA MI ABUELA”, me respondió. ERA CHAMANA.
Más tarde, días después, su nieta me mandó una foto de la abuela y me contó parte de su biografía. Se quedó totalmente ciega a sus 45 años, y no por ello se sintió y actuó como una mujer impedida. Iba semanalmente a la ciudad por sí sola, cómo se iluminaba era un misterio, pero viendo su poder no sería ninguna locura pensar que veía con su tercer ojo, su ojo sutil.
Su nieta es una mujer con un potencial maravilloso, sanadora de rango, fruto propio que hace honor a su lin@je. Siempre con una sonrisa y un acento maravilloso, transmite su amor por el Mundo entero.
Gracias mil por la oportunidad de conocer a mujeres únicas: la mamá de nuestra compañer@ y Bernardina Leiva, LA TIGRESA. Mis respetos, abuela Berna.
(Todo el contenido del capítulo está previamente revisado y autoriz@do por las personas implicadas, y a ellas agradecemos compartir la información tan personal. )
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