Ángeles Lozano

ummo

Área Priv@da

Ummo, la psicografía

8 de septiembre de 2108.- Estaba invitada a una cena con mis amigos habituales, pero en esta ocasión iban a venir un par de invitados a quien conocer. Unos y otros iban a compartir información sobre “ummitas”. Ese mismo día simplemente busqué en el buscador del ordenador la palabra, se referían a un pueblo pero no sabía si geográficamente se ubicaban en el desierto o en altiplanos. Y me llevé la sorpresa de que se referían a una raza extraterrestre. La noche prometía.

Venían del norte de Madrid, de tierras de Torrelodones y Villalba. La noche fue amena y dinámica, disfrutando de comida macrobiótica entre veganos y vegetarianos.

Tras la cena, donde se habló de distintos temas, llegó el momento de recogerse de la terraza al salón familiar, en un ambiente más íntimo, y allí surgieron las experiencias vividas. Tres de los 8 adultos en el salón habían tenido experiencia extraterrestre. Una persona fue testigo junto con su familia de una nave aterrizada cerca del hospital 12 de octubre, en la llamada Colonia de Andalucía. Eran principios de los ochenta, sobre el año 81 y con sólo 15 años. Presenciaron cómo un aparato ya posado hacía un barrido con focos de luz potentísimos que se proyectaban en los arbustos. Lo vieron desde una terraza de un bloque de pisos a la 1 de la madrugada. Toda la familia.

El otro caso era una mujer joven, Aa, que mientras estaba despierta en la cama vió cómo tenía encima de ella,   a unos 20 centímetros , a un ser suspendido en horizontal. En su pueblo apareció de la nada un pintor que buscaba modelos y finalmente fue ella la elegida para sus obras. Él le hablaba de los ummitas,…y finalmente desapareció tan sigilosamente como había llegado. Se ha intentado posteriormente seguir su rastro, pero resulta imposible de localizar. ( Ver la Historia completa al final )

Todo esto lo contaban las testigos mientras yo adormecía entre mis brazos a una pequeña niña. Era ya más de la una y media de la mañana. Pero de repente se levantó y nos dijo que quería dormir en la alfombra con un cojín.

Fue a partir de ese momento, cuando en el sillón individual donde yo estaba  me fui concentrando en una señal que empezaba a llegar mentalmente. Era muy lejana, apoyé mi cabeza en mi mano poniendo dos o tres dedos en el tercer ojo. Estaban emitiendo.

Empecé a recepcionar en código binario, en fase REM,  pero simultáneamente empezaron también las sacudidas. Eran suaves, el grupo continuó con la reunión, están acostumbrados a ver a otros canales  recibir la información, lo tienen normalizado. Una de sus amigas es una persona muy conocida que habla con los caballos, le han visto canalizar en otras ocasiones.

Ellos desde el cosmos me pedían que les mostrara la muñeca derecha. Giré mi mano con la mano hacia arriba. Es como si fueran a focalizar la información suministrada en esta parte de mi cuerpo; me llegó la petición de que uniera mi muñeca derecha a la suya, a la de Aa. En su muñeca derecha lleva tatuado el símbolo ummita, y así lo hicimos. Yo me levanté del sillón y ella del sofá para intentar hacer la fusión, pero en el momento crítico  me pidió sentarse justo en el sillón del que me acababa de levantar: le flaqueaban las piernas. Sentí que con este gesto activaban el símbolo, justo en el momento de la descarga de mis ojos. Fueron dos o tres segundos.

Más tarde vino ya la psicografía. Estábamos de nuevo todos en reunión, habíamos retomado la conversación,  cuando tuve que levantarme y coger los folios que la niña había dejado sobre la mesa al dibujar. Esta mesa grande estaba aparte, un poco alejada y agradecí que así fuera para poder concentrarme. Estaba recibiendo y transcribiendo directamente en ummita. No entendí el texto, tiene en total 15 líneas,  sólo entendí dos palabras:

  • una que se repetía,.”.Tut zi .,Tut zi…”donde simultáneamente supe que le llamaban amorosamente “hija
  • Y la última expresión final, ” el adiós ” , pero que no era una despedida como tal sino un “hasta luego”+un gesto con la mano en el pecho+una inclinación de respeto y reconocimiento. Todo en el mismo pack, no me digas cómo ni porqué.–  “TA SUN” – dijeron.

Cuando ya tuve el texto , y totalmente por sorpresa pues es algo que nadie esperábamos,  le acerqué el folio y le dije que le acababan de contactar. Ella no sabía nada de mí al respecto y se quedó perpleja pero se concentró en el papel. Los demás me dijeron: pobrecita, no va a entender nada ni de esto ni de lo que pasa. Sólo repondí: ” Igual no. Igual le resuena. ”

Ella me agradeció muchísimo la aportación y nos confesó que aunque nunca se había considerado una persona rara, algo le hacía sentirse distinta y no ser comprendida. Ahora se sentía como pez en el agua.

Volvimos a la normalidad pues esto parecía haber acabado y así lo sentí, pero transcurrido un rato se me empezaban a dibujar en tercer ojo unas formas,. formas geométricas en realce a tres alturas, eran como unas cenefas,…

  • La primera forma que llegó la veía como unas escaleras en triángulo, definidas por unos hilos finos de distintos colores,—pudieran ser rojo-verde- quizá amarillo o plata.
  • La segunda forma , que llegó primero sola, luego se proyectó en la frente de la persona, como una cinta en el tercer ojo. Es muy chula. Le llamo ” la diadema”.
  • Y la tercera, era una especie de cenefa que recordaba a las griegas y romanas.
  • Y luego, asociado, el símbolo de la paz que reconocí junto al nombre de Nicolás Roedick. Le escribieron;  seek, Tut Zibusca hija” .Me dieron la grafía correcta, yo lo estaba escribiendo “Tu Si“. Sonaba a fonética china, un poco.

Y se desconectaron. Sentí la desconexión. Por el momento, todo había sido un éxito.

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Días más tarde, era el 14 de septiembre de 2018, las dos tuvimos contacto de nuevo. Esta vez por teléfono.

Aa Iba conduciendo hacia Madrid y se apartó de la carretera a un lugar tranquilo para poderme enviar el audio con la Historia completa de lo que le sucedió. Comprendió instantáneamente mi petición y sin ningún problema me dedicó todo su tiempo. Yo tenía la imperiosa necesidad de saberlo con el mínimo detalle y tuve que subirme a la cama  para estar tumbada y recibir la información nuevamente. Esta vez  tenía intención de imaginarme y ponerme la diadema verde y roja en mi tercer ojo mientras sentía que iba llegando esta conexión telepática desde tan lejos, pero inesperadamente las cosas fueron de otra manera.

Así le cuento a Aa :

” La diadema ha venido volando, como si fuera una alfombra mágica atravesando el cosmos. Me la están mandando. Pasa de un sitio a otro, como a esta Galaxia, se precipita y se me ha puesto en la frente y se ha ajustado como si fuera orgánica. Se ha cerrado en la parte de atrás, un botón negro circular, como una ficha de parchís el tamaño del enganche, y ha cerrado así. Y entonces ha empezado a emitir. He emitido una línea recta, fina, de color amarillo-huevo -dorado, entre mostaza y dorado, como un alfiler gigante super largo, que conectaba su cabeza de alfiler  con el símbolo puesto en el tercer ojo con la diadema.

Y la línea se proyectaba, avanzaba, la veía avanzar, avanzar,…hasta el infinito, y luego por ese hilo fino venían como unos símbolos muy pequeños, minúsculos, como lenguaje pleyadiano, morse,…quién sabe,…, como si viniera información por ese hilo-tubo, cordón finísimo, que venia avanzando hacia mi tercer ojo para descargar.

Justamente cuando se me ha acoplado la diadema, y veía en tu perfil de whassap que tú habías empezado a grabar el audio, ha entrado un whassap de una maestra atlante muy querida que se ha marchado a Argentina hace meses, un ser muy especial Pa,  y que me decía había encontrado unos símbolos y dibujos que canalizó en unos papeles y que tenía guardados, para ver si le encontrábamos el sentido. Justo en ese momento ha ocurrido. Curioso, al menos.

Cuando estaba escuchando tu historia sobre los chinitos, que le habías puesto el nombre de ummo, me han hecho poner la muñeca mirando hacia el cosmos. Otra vez la misma postura que la vez anterior.

TERMINA LA CONEXIÓN. Han quitado la diadema del botoncito y se ha levantado como si se fuera a ir, pero en ese momento se ha girado, a unos 20 cm de mí, se ha girado como si estuviera viva, y me he dado cuenta que había una cara, una cara como si fuera de agua, había un rostro, como si fuera una máscara que se movía, estaba viva, como si esa diadema la portara un ser. No es solamente un instrumento, la trae un ser, que lo que ha hecho es que se ha acoplado a mi cara, como si yo me hubiera puesto una máscara orgánica. Ese ser de color transparente-como-si-fuera-agua tenía pómulos, tenía ojos,…osea, que es humanoide esa cara.

¡¡¡Qué chulo !!!

Lo que hemos hecho al mirarnos y reconocernos:

Yo he inclinado la cabeza, y él también, me refiero a la máscara, al ser, como en señal de respeto, de reconocimiento y de despedida. Ha sido como un “hasta luego” y entonces ya me han dado como sacudidas. Y el ser ha empezado a irse, se ha proyectado,y se ha ido a toda velocidad por ese canal invisible que hay de conexión entre mi cuerpo y el origen-destino donde él va.

ASÍ QUE ÉSTO ES LO QUE HA PASADO.

ES LA BOMBA Aa.

ME ENCANTA.

LO ESTOY CAPITULANDO. LA EXPERIENCIA ACABA DE SER PRECIOSA.”

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 La Historia completa de Aa

Podría ser con 18 o 19 años, en el 86/87, era mayor de edad. Estaba en mi pueblo. Había salido de la papelería de mis amigos y me crucé con un hombre grande, corpulento, alto y grande, muy grande.

Al día siguiente mi amigo, el dueño, me habló del hombre que había visto el día anterior. Era pintor y había llegado nuevo al pueblo. Cuando nos cruzamos ,se había fijado en mí y quería que yo posara para él como modelo. Se prestó a hablar con mis padres para aclarar que sería pura y llanamente para pintarme y sería remunerado. Aceptamos. Cada tarde cuando volvía de la universidad posaba para él.

El acontecimiento más importante es cuando una noche de madrugada, estando despierta que no dormida, sentí una fuerza, abrí los ojos y ví a un ser, paralelo, a unos 20 cm de mi cuerpo por encima de mí. Sentí paz, nada malo, pero me puse nerviosa aunque no tenía miedo porque estaba inmovilizada, me asusté al ver que sólo podía parpadear. No sé cuánto tiempo duró, pero sé que lo viví. No lo he olvidado. Se lo conté a mi madre, que había habido alguien en mi habitación, pero no me creyó pensando que sólo habría sido un sueño.

Curiosamente yo había decidido antes de la experiencia llamar a unos chinitos que se colgaban en las pulseras UmmO.

Al día siguiente de la experiencia, posando, se lo conté al pintor y lejos de asustarse o ignorarme, me dijo con toda naturalidad “Claro, claro. ¿ Conoces el planeta UMMO, los Ummitas ? Y no sabía ni había oido hablar,…no me dijo nada más. Al día siguiente cuando volví a posar tenía preparado para mí el libro de JJ Benítez  del Planeta Ummita y me lo regaló.

He contado la historia varias veces. Nací en el año 1968 y sólo hace 3 años decidí hacerme un tatuaje en la cara interna de una de mis muñecas. El año pasado decidí hacerme tatuaje en la otra, un símbolo relacionado con el primero.  Y le localicé, no podía ser casualidad que fuera casi el símbolo ummita. El 7 de junio de 2018 dí el paso y ya tatuado pude enseñárselo a la anfitriona de la fiesta y amiga común. Me invitó sin dudarlo para que pudiera conoceros y pudiéramos intercambiar impresiones.

(Todo el contenido del capítulo está previamente revisado y autoriz@do por las personas implicadas, y a ellas agradecemos compartir la información tan personal. )

 

 

 

 

 

 

 

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