3ª RUTA
Recorriendo Ávila
En esta salida sólo llevaba mi péndulo y mi biómetro en el cuaderno de viaje; las varillas quedaron en casa.
Pretendo hacer las mediciones en la ciudad de una manera muy discreta y el péndulo me permite disimular bastante bien cuando vamos en grupo. Con la visita guiada programada para el sábado vamos a visitar los dos enclaves que más me interesan: La Catedral de Cristo Salvador y la Basílica de San Vicente, el románico que tanto me apasiona.
Tuvimos mucha suerte. Nuestra guía se llama Lucía, es una profesional muy bien formada, una enciclopedia abierta, diría yo. Yo no estudié apenas arte, sólo en la Universidad, era lo que en su momento se llamaba una estudiante “de ciencias puras” y gracias a ella pudimos comprender las funciones y el indicativo de un matacán en la muralla, la diferencia entre merlones cuadrados y los de punta de diamante y la simbología fértil de los verracos vettones de granito, marcadores de una frontera o divisoria. Pensé que solamente existían en Guisando.
Había una parte de la muralla donde me sentía bien, cerca de San Vicente. Luego supimos que a los pies de ella estaba una necrópolis romana, con agujeros para guardar las cenizas. Se puede incluso leer una estela funeraria. Todavía no había sacado mi péndulo y me quedé sin poderle tomar el pulso. Una lástima.
Pero al cruzar la carretera que separa los dos monumentos supe que tenía que reaccionar: nos adentrábamos en un sitio especial, los monjes benedictinos y Doña Urraca trajeron el románico a la ciudad, y en concreto a esta Basílica de San Vicente. Cuando las puertas militares de la ciudad se cerraban, siempre quedaba la opción de refugiarse en el templo de acogida extramuros que estaba próximo.
Mi táctica es entrar encabezando el grupo, pero luego me quedo rezagada y vuelvo a la puerta principal y a las pilas bautismales que las guardan. Ahí suelen estar “marcadas” iglesias, santuarios, catedrales, ermitas,…que sean anteriores al siglo XVIII. Los maestros geomantes trazaban las construcciones partiendo de estas bases, y sus aportaciones ayudaban a situar las puertas, las pilas bautismales, los altares, las criptas y los púlpitos.
Dentro de la puerta situada en el lateral del Pórtico de la Gloria abulense mi biómetro marca 13.500 UB, lo mismo que en la pila bautismal que está a su lado. Fuera no pude medir, estábamos todo el grupo siguiendo las explicaciones de la balconada y de los paños de pureza de las esculturas de los apóstoles y Jesús.
Cuando volví al grupo tras mi medición, éstos ya estaban sentados y pude (mientras hablaban de su bóveda de crucería y sus hojas de acanto) sentarme al lado del púlpito con tornavoz que allí existe. El sitio “tiraba” de mí,..luego el lugar tenía alto voltaje. Llama la atención ver a la derecha, frente al retablo y cerca del altar, un sepulcro del siglo XII con forma ¡¡ de pagoda china !! que aunque ahora esté vacío, en su momento albergó muchas reliquias que se fueron donando a otros templos. Luego si hay reliquias, hay energías especiales que las mantienen incorruptas. Y Lucía dió la clave: el sepulcro, ahora cenotafio ( sepulcro vacío) se encontraba justo encima de la cripta, la cual íbamos a visitar momentos después. La cripta estaba presidida por una roca grande de granito. El sitio más antiguo.
¡¡ YA LO TENÍA !! – Localiz@Do el lugar de PODER –
El grupo fue bajando, pero aproveché para medir el altar: 21.000 UB. La bajada nace junto al púlpito y cuando los escalones terminan te encuentras directamente en una bóveda con la Virgen de la Soterraña. La sala es mágica, cargada de energía. Sobrecargada cuando llevas unos minutos. Dicen que Santa Teresa era devota de esta virgen y allí es donde iba a rezar. No me sorprendería que la Santa levitara allí. En la gran roca de granito que está a su lado hay un vórtice y la calidad biótica del lugar alcanza los 19.000 UB según mi percepción. Se concentra muchísimo esa energía, apenas podía abrir los ojos, se me cerraban poderosamente y salí “flotando” del lugar. Dicen de él: “Quien más baja, sube más”. Me gustaría a futuro poder contrastar con mi instructor Epifanio Alcañiz, pues antes de hacer su curso y recibir codificación, mis mediciones eran más elevadas que las suyas.
De Lucía, nuestra guía, aprendí una curiosidad: los dos célebres místicos de la Zona, Santa Teresa y San Juan de la Cruz tenían una conexión: él era el confesor de ella. Y otra curiosidad más: en Ávila se encuentra el Centro Internacional de Estudios Místicos. Desde la zona alta de la muralla nos mostraba el edificio.
Nos encaminamos hacia la Catedral. Es una Catedral de contrastes y nuestra guía ya nos estaba dando un dato interesante: hay quien ha llegado a decir que hay una laguna bajo la catedral. El factor agua siempre es importante en un centro de poder, que exista la vena de agua. Sea cierta o no la existencia de la laguna, lo que es irrefutable es la existencia de manantiales bajo el monumento. Estaba deseando prospectar las zonas principales.
La catedral se halla dividida en dos zonas. Si la comparáramos con un rectángulo, la parte más alejada del altar es la parte de granito más sobria, de vidrieras más pobres pero que presenta una pila bautismal de 21.000 UB junto a la capilla de la familia Dávila. No pude medir las capillas privadas de las familias más memorables, los Velada, los Verdugo, Los Águila, los Bracamonte,…todos tienen allí sepultura. La divisoria entre la parte pobre-granítica y la parte más rica, de arenisca ferruginosa, la marca un trascoro de piedra caliza. Esta arenisca natural marca una diferencia con otras catedrales españolas: es la llamada PIEDRA SANGRANTE, muy impactante.
De nuevo busqué el púlpito y sentada muy cerca pude medir: 21.000 UB. También en el altar me daba ese valor UB.
Al atardecer llegamos a un sitio extramuros recomendado a los visitantes: los cuatro postes. Con una cruz en su centro, es un mirador muy visitado. Para mi sorpresa, nada que destacar como valor radiestésico. Simplemente un sitio estratégico para conseguir unas excelentes vistas.
Nos quedaron muchos sitios interesantes por visitar, pero al día siguiente abandonábamos nuestra habitación en el Palacio de los Velada ( con muy buena energía, por cierto, al lado de la Catedral ) para visitar un monumento natural impresionante: las Cuevas del Águila en Arenas de San Pedro.
La cueva se descubrió accidentalmente en 1963 por unos muchachos y tras ser analizada, no se ha encontrado ningún vestigio de haber sido habitada. Luego nos encontrábamos ante una formación natural totalmente virgen en sus miles de años, únicamente profanada por los visitantes que hemos acudido tras su descubrimiento. La luz instalada es muy débil para no dañar sus formaciones, pero mi péndulo se movía en la zona biosaludable, la mejor, entre 8.500 y 9.000 UB. Una temperatura constante durante todo el año de 17 grados y diferentes formaciones con estalactitas, estalagmitas, columnas, banderas, coladas … hizo que la visita fuera cómoda e interesante.
El patrimonio de Ávila es más que grande. Queda pendiente una segunda visita para testar otra buena parte de la ciudad.
Algún día recorreremos la ruta junt@s, creando potencial y resintiendo con el corazón.
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[thankyou]
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