Ángeles Lozano

EL INCA

Área Priv@da

EL INCA

BILOCACIÓN

“El Inca” es un ejemplo claro de cómo podemos movernos en CUÁNTICA. Las compañeras y yo  vivimos la experiencia en dos ” entregas” o partes: primero ocurrió en el nivel 1 del Curso de Cristales Atlantes y luego en el Nivel 2 con la Maestría.

Os copio lo que encontramos en WIKIPEDIA al respecto del fenómeno:

Bilocación (de bi- y del latín locāre‘colocar’)​ es el término utilizado para describir un fenómeno paranormal, sobrenatural o divino,  según el cual una persona u objeto estaría ubicado en dos lugares diferentes al mismo tiempo.

Se efectuaría de dos maneras, o bien como bilocación del espíritu, también denominada viaje astral  o experiencia extracorporal, o bien de cuerpo y alma. En el segundo caso las personas serían capaces de interactuar de forma normal en cada uno de los dos entornos, con posibilidad de experimentar sensaciones y manipular objetos físicos.

 PRIMERA PARTE

Para mí fue una sorpresa canalizar el cristal de su linaje: El’ amara, el portal estelar( energía del Maestro Morya, Vibración del nº 12 ). Nunca supe si pertenezco a Gener@ción o a Lin@je, ni si hay un cristal concreto con el que identificarme. Pero sí sé lo que sentí cuando le vi por primera vez. Todavía lo recuerdo con nitidez.

Por tanto, si ellas llegaban a mí ” marcadas” por ese cristal, mi resonancia entiendo que sería distinta, hermanada en alguno de sus puntos.

Habíamos terminado de comer y volvimos para hacer las prácticas de la tarde. Y cuando propuse a E.L.L.A. que las hiciera con sus compañeras, me pidió que fuese yo su compañera. Y lo más extraño: que fuese yo la terapeuta y ella la paciente. Me sonrió de manera picaresca y entré en su juego: me quería poner a prueba. Y yo me dejé confiada.

– E.L.L.A. ha estado con formadores muy relevantes, internacionales, …en verdad es una avanzada.  –

Y al comenzar la práctica, supe que mis ojos en fase REM ya no se abrirían. Parpadeaban contínuamente. Una compañera observadora y testigo nos  dice que veía la energía saliendo de mis manos cuando puse los cristales, especialmente enorme la concentración cuando puse el cristal del 3er ojo. Terapeuta y paciente Conectamos telepáticamente, y noté cómo ella cogió mi mano y mi brazo derecho que descansaban en su lado izquierdo tras haber puesto uno de los cristales y les viró hacia su lado derecho, hacia su brazo.

Y entonces, le ví:

TENÍA DELANTE A UN INDIO

¡¡     UN INCA     !!

… y así lo expresé en voz alta. No le encontraba sentido, pero tenía delante, sentado frente a mí a un AUTÉNTICO inca. La figura femenina, la mujer con la que yo estaba haciendo las prácticas había desaparecido. Su forma física era extraaordinaria, fuerte, viril y poderoso. E:L:L:A/É:L  giraba de manera robótica y un poco forzada mi brazo, no sabía yo qué estaba haciendo conmigo,…hasta que de pronto se abrió la escena.

ESPACIO-TIEMPO DISTINTOS

Ya veía con más detalle su indumentaria:

El inca llevaba en el imponente brazo un brazalete ancho, de oro, brocado, rematado en la parte superior e inferior  por un perfil redondeado. El torso desnudo, de infarto, no tenía pelo, musculado y con una muy buena calidad de piel. Tonos bronceados. Imponente en general. Sólo le estaba tocando el brazo, pero me llegué a ruborizar. Llegué incluso a hacer un comentario en voz alta de cómo reaccionaría mi marido si me viera y todas rompieron a reír.

La visión seguía ampliándose y ahora veía más detalles de la escena: llevaba una faldilla corta de tela, con adornos bajos y a la espalda una especie de capa: al menos sus bordes eran de una piel felina. No distinguía su cara, pero sí veía como un par de franjas que cruzaban la frente. Veía lo que podía ser un pelo largo. Y parte de las piernas.

Te muestro un precario dibujo en mi cuaderno. Afortunadamente he encontrado una ilustración bastante más fiel a la figura que yo estaba viendo ante mí.

Y LA ESCENA SE ABRIÓ TOTALMENTE.  Yo estaba junto al inca en la parte alta de una pirámide escalonada. Veía a personas abajo congregadas: un pueblo. Una de las compañeras que nos observaban dijo que ella veía a mujeres. Yo no sabría distinguir: sólo percibía gente, multitud.

La experiencia fue muy intensa y cuando pudimos ir retornando a nuestra realidad, E.L.L.A. estaba muy contenta. Exclamó que definitivamente SÍ creía en mí ÍNTEGRAMENTE y que a partir de ahora NO ALBERGARÍA NINGUNA DUDA.

Nos desveló que su intención y ” mi prueba definitiva” había sido poder desplazarnos juntas en el espacio-tiempo hasta aquella época y lugar, con su pueblo Inca.

SEGUNDA PARTE

Aquí no acaba la historia. Nos tenía reservado lo mejor.

La maestría llegó más pronto de lo habitual y coincidieron dos cristales hermanados para su maestría común. Todos los miembros podían venir excepto ella. Lamentablemente quedó en su casa atendiendo otros temas personales.

El curso comenzó, pero las compañeras que la conocíamos adolecíamos de ella. Una lástima que no estuviéramos completos, faltaba ella. La directora del Centro, que nos acompañaba,  tuvo que ausentarse durante un rato y llegado el momento clave de proyectar los nuevos cristales para integrarlos, oímos que abría la puerta principal: la directora ya estaba de vuelta. En ese compás de espera, simultáneamente, dentro de la sala se lanza esta pregunta: ” Oye, esta compañera que estábais mencionando antes, es  morena, con la cara redondita,..

-ESTÁ AQUÍ-

¡ Es verdad ! Aquí junto a nosotras, exclamó otra compañera. Va vestida de rosa.

Y al girarme y abandonar los ajustes que estaba haciendo en el ordenador, corroboré lo que decían ambas: en el hueco que quedaba entre sus dos sillas estaba E.L.L.A. de pie, pidiendo telepáticamente permiso…“¿ puedo ?” me decía, pidiendo permiso para estar, especialmente dirigiéndose con un gesto a la directora que acababa de pasar a la sala y extrañamente situaba su silla detrás del semicírculo y no en ese hueco libre. Por supuesto dimos permiso a pesar de la confusión que nos producía esa circunstancia tan anómala e inesperada. Intenté NORMALIZAR la clase con la proyección del primer cristal. Pero al mirar a la compañera bilocada vino mi siguiente sorpresa:

Tomando nota en un cuaderno y sentada veía a una doble persona: la mitad de su cuerpo era la mujer actual que conocemos y la otra mitad era el guerrero inca. Como en un juego, estiraba la pierna y me enseñaba una pierna maciza bronceada y una pulsera tobillera que llevaba hecha con una liana verde natural, sacándome la sonrisa. Portaba un pectoral de oro espectacular (he intentado dibujarlo, placa corrugada, círculo liso que parecía un sol central) y brazalete de oro en la muñeca. A pesar de estos efectos, en clase seguimos la proyección de cristales.

Y entonces llegó el momento estelar: LA INICIACIÓN. Busqué con la mirada a la Directora e intercambiamos brevemente nuestras impresiones. Era la primera vez que no sabía cuántas sillas tenía que poner. Decidimos que iniciaba como las demás, por tanto situamos una silla “vacía” para E.L.L.A. Y al abrir iniciación se abrió dimensionalmente una calzada central y pirámides de cristal atlantes aparecieron con luz azul. Y la percepción cambió para mí. Todo se llenó de luz blanca a mis ojos y sólo percibía lo que había detrás de la silla de E.L.L.A. : una enorme estatua de piedra, como grisácea, y lo que parecía un Dios sentado. En la parte de la cabeza, una semicircunferencia, con lo que parecía un sol o disco solar. Y a ambos lados del lateral de la estatua, veía asomarse grandes hojas naturales y distintas de árboles de la jungla. Tuve que hacer un esfuerzo por aislarme de todo lo que ocurría alrededor y focalizarme en mi verdadera misión: iniciar como MAESTRAS a mis atlantes en espera.

La silla “vacía” estuvo “llena” con dos figuras fundidas en una y recibió igualmente la iniciación. La siguiente sorpresa venía tras darles la enhorabuena…

“Oye, los monos…¿ los habéis visto también ?”

“Yo no, sólo la serpiente,…”

Rompimos a reir,…no podía ser. Estuvimos trasladados a una jungla,…se vieron monos, serpientes, la estatua rodeada de vegetación, tucán, papagayos y pantera negra.

Lo que a E.L.L.A. le ocurrió en su casa, ya está en su mano que lo pueda participar en algún Encuentro Atlante, o que lo participe y autorice como continuación de este capítulo,…

(Todo el contenido del capítulo está previamente revisado y autoriz@do por las personas implicadas, y a ellas agradecemos compartir la información tan personal. )

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